Sporting Mara-Villa

El partido empezó como muchos de los que jugamos últimamente, posesión aplastante del rival (por encima del 60%), y un Sporting que se siente cómodo jugando así. Con Míchel entre líneas empezando a ser cada vez más protagonista, y buscando balones largos constantemente. En la primera ocasión del Sporting, con un pase en profundidad a Luis Morán, primer gol, que no sorprendió en exceso, puesto que se venía venir.
A partir de ahí, la primera parte fue tranquila para el Sporting, que esperaba pacientemente su oportunidad. Joaquín y Vicente apenas desbordaron, y Villa estuvo inédito, el único que daba algo de guerra entre líneas. Antes del descanso, Luis Morán tuvo otra ocasión que tiró al palo. Descanso, y la sensación que el Sporting es dueño total del partido, y que el Valencia no es el Valencia que estábamos acostumbrados a ver.
En la segunda parte, la primera en la frente, Barral recibe en el área y le hace como 5 ó 6 bicicletas a Moretti en el sitio, y remata por el palo del portero. Tanto Moretti como Renan creo que pudieron hacer bastante más, pero lo que estaba claro, es que el Sporting estaba mereciendo el segundo gol desde hacía tiempo. El partido siguió como hasta entonces, hasta que una mano absurda de Barral en el área da alas al Valencia. Gol de Villa de penalty, y 1-2. Con el 0-2, Pichu ya empezó a tener alguna intervención de mérito, pero a partir de este momento, se convirtió también en protagonista haciendo 2 ó 3 paradas de mérito, y no sólo eso, sino lanzando muy buenos contraataques. En uno de esos contraataques, el golazo del partido, Castro recibe y vuelve loco a Albiol en apenas un par de metros, y golazo. Parecía la guinda al pastel del gran partido del Sporting, pero Mata, casi en descuento, se encargó de meter el miedo en el cuerpo con un buen gol, pero estaba todo el pescado vendido.
Quizá el mejor partido del Sporting en lo que va de Liga, ó por lo menos el que más elogios recibió por parte de los medios de comunicación.

Lo mejor: Ya estamos acostumbrados a hablar de Morán, Castro, Pichu, Bilic… pero en este partido, destacaría sobre todo, el haber recuperado a un jugador como Míchel que es uno de los que más potencial tienen en esta plantilla. Su labor entre líneas este partido fue perfecta, siempre buscando el último pase y ganando la espalda a los lentos defensas del Valencia.

Lo peor: La lesión de Neru, aunque por suerte Iván y Jorge en copa hicieron un gran partido, y la mano absurda de Barral, en una jugada sin peligro que provocó que el Valencia despertara. Tan absurda, como clara.